Miranda (Fernando Rey), embajador de un país sudamericano, junto con el matrimonio Thévenot están invitados a cenar en casa de los Sénéchal, pero se confunden en el día de invitación y, todos juntos, deciden ir a cenar a un restaurante.

No pueden cenar pues descubren que el patrón a muerto.

El embajador utiliza la valija diplomática para sus negocios de contrabando de droga.

Otra comida en casa del matrimonio Sénéchal también queda frustrada cuando los anfitriones deciden esconderse en el jardín para hacer el amor y, en otra escena, las tres mujeres se ven imposibilitadas para tomar nada en un salón de té.

Un obispo pide trabajo en casa de los Sénéchal como jardinero.

Los intentos de Miranda y la Sra. Thévenot por hacer el amor también son infructuosos.

Una joven revolucionaria intenta matar al embajador siendo desarmada por éste. 

​

Unánimemente considerada su última gran obra, condición reconocida con el Oscar a mejor película extranjera de 1972 para Francia, El discreto encanto de la burguesía de Luis Buñuel supone el epítome cinematográfico del director español y, por tanto, desde el punto de vista narrativo, una corrosiva crítica a las clases altas de la sociedad contemporánea.

​